En más de una ocasión puede que nos hayamos encontrado como el pueblo de Israel, en una situación que no sabemos como solventar. Delante de nosotros se divisa un mar inmenso que no sabemos como cruzar. Es muy probable que en esos momentos nos entre el miedo y la incertidumbre. Pero quiero deciros que cuando acontezca esta situación en la vida de cada uno de vosotros, Dios no va a permitir que nos ahoguemos.
Los israelitas lo tenian todo en contra: el mar Rojo delante y los egipcios detras para aniquilarlos. Las dudas comenzaron a invadir el corazón de los israelitas, pero no el corazón de Moises. Cuando todo parecia estar perdido, ZASSSSS...., el poder de Dios se desató sobre las aguas dividiendo en dos partes el mar para que pudieran cruzar en seco. Que maravillosa escena.
Cuando pensemos que todo está perdido y que no hay salvación posible para nosotros, miremos al cielo y recordemos que a Dios le importamos. Él no se va a desentender de nosotros y va a obrar poderosamente a nuestro favor. Solo confiad y vereis la salida al problema que podeis estar pasando. Dios os bendiga.
